Y ASÍ FUE MI FINAL…
Cuando comencé a estudiar psicología, me veía ejerciendo en una consulta clínica, cómo las que había conocido en el centro médico al cual acudía cuando tenía alrededor de 16 años para tratar mis alergias… pensaba que sería un lujo terminar mi carrera profesional ejerciendo la psicología clínica. Sin embargo, no tan sólo ese sueño se cumplió iniciando mi carrera laboral, sino que además se hizo en el mismo centro médico que en el que me imaginaba! Estamos hablando del año 2006.
Hoy 18 de julio de 2023 fue el último día que ingresé a esas paredes que fueron mudos testigos de tantas historias íntimamente humanas, inimaginables, miles de ellas, cada ser que depositó lo más profundo de sus inquietudes en vuestro servidor. Hoy me voy tal como llegué, con guantes de trabajo en mis manos pues hasta el más insignificante clavo de ese espacio fue puesto por quien escribe estas líneas. En ese espacio me fui formando y fogueando, muchos errores cometí, pero cada vez fueron menos hasta sentirme como pez en el agua.
Un día jueves o viernes me avisaron que el siguiente día lunes tenía que retirar mis cosas, porque el lugar se había vendido. No hice caso pues había una esperanza que el giro continuara con otros dueños, lo cual no se concretó. Me dio vergüenza ajena por mis consultantes que no se merecían este cambio tan abrupto. Más considerando que siempre me caractericé por estar presente para ellos y esa es una de mis mayores conformidades, pues me voy sabiendo que hice mi mayor esfuerzo de entregar todo lo que pude al servicio de cada uno de mis consultantes, honrando su confianza y tratando de levantar desde mi lugar, una profesión tan venida a menos.
Los representantes del centro médico brillaron por su ausencia, con excepción de la kinesióloga Ena Rebolledo quien se preocupó de mantenerme al tanto de la información “oficial” y de mi secretaria Jesica, quien me contaba los rumores de pasillo. Tengo claro que no era un empleado de la empresa, sino simplemente un arrendatario más (de 17 años seguidos). No hubo un adiós oficial, ni siquiera un correo o un whatsapp que dijera; “gracias por ser tan puntual en tus pagos mensuales”. Ellos fueron los primeros en abandonar el buque y yo el último.
Y ahora que lo pienso, no había de otra. Así tenía que ser mi final, el buque tenía que abandonarme porque yo no lo iba a abandonar. Eso es tener corazón.
Con el final paradójicamente se genera automáticamente un inicio. Comienza el psicólogo y coach virtual 3.0 DMC, el cual se fue gestando impulsado por la pandemia. Ahora, está todo dado para emplear esta tecnología la cual me ha dado grandes satisfacciones, aunque debo ser preciso en esto, principalmente a las nuevas generaciones de colegas que pueden creer que sólo requerirán de un buen teléfono para ejercer su profesión. Si a mí me va bien NO es por la tecnología, es porque me formé atendiendo presencialmente semana tras semana año tras año hasta lograr la fluidez, manejo y confianza que me permite ser efectivo en el medio digital y no tan sólo eso, formé una reputación. Todo lo anterior no se enseña ni se compra, se vive.
Este inicio será no tan sólo virtual, pues debido a las peticiones de algunos de mis consultantes he decidido abrir desde AGOSTO una nueva consulta PRESENCIAL en pleno centro de Talca que funcionará los días JUEVES. Para reservar tu sesión envíame un whatsapp al +56988088025.
Cómo ves, fue el Final para el Centro Médico Salumed, no el mío.
By DMC